30 marzo 2012

Recuerdos en verso

Hay días, no sé muy bien aún por qué, llegan a mi cabeza poemas que una vez me acompañaron. Este llega a veces, sé que depende del estado de ánimo. No de este día, sino de un ánimo más profundo en mi vida y en mi forma de ver el mundo.
El caso es que aveces llegan algunos poemas, y entonces de forma recurrente se instalan en mi cabeza. Como esa canción molesta de la que nos separamos y nos persigue entre los actos cotidianos.
Así hoy apraece Espronceda, el que fue gurú de muchos de mis días de poetisa romántica y contestataria. Será por eso que vuelve hoy.
Así aparece en mi cabeza, como cuentas de un rosario inexistente:

" Me gusta ver el cielo con negros nubarrones y oír los aquilones horrísonos bramar,
me gusta ver la noche sin luna y sin estrellas,
y sólo las centellas la tierra iluminar.
Que el trueno me despierte con su ronco estampido,
y al mundo adormecidole haga estremecer,
que rayos cada instantecaigan sobre él sin cuento,
que se hunda el firmamentome agrada mucho ver...
... Las voces y las risas, el juego, las botellas, en torno de las bellas alegres apurar;
y en sus lascivas bocas, con voluptuoso halago, un beso a cada trago alegres estampar..."

Curioso pues nunca me gustaron las películas de vampiros, muertos y espíritus que revoloteas... Aun así, hoy se retuercen algunos de estos versos en mi cabeza.

27 marzo 2012

Días que pasan de prisa

Todos los días pasan muchas cosas, unas grandes, otras pequeñas. Algunas importantes y otras menudencias que desaparecen con el paso de los minutos. Aun así parece que estos días todo es más complicado: correr, parar, pensar, olvidar...
Las prisas nos llevan tan rápido que apenas si tengo tiempo de disfrutar de los pequeños sabores de la vida.
Hace unos días, apenas tres, Inés cumplía 4 años.
Feliz, radiantemente feliz de escuchar una y otra vez su "cumpleaños feliz" y "ahora en inglés!!!". No sé cuántas veces lo habrá repetido hoy. Y dar abrazos y besos y pedir regalos por el simple placer de rasgar el papel. Qué feliz se siente y feliz nos hace verla contenta.
Y mientras tanto crece Irene, plácidamente en el vientre de su madre. Asoma por encima de la piel pequeños bultos que jugamos a adivinar si es un pie, una mano... crece y recuerda que en abril vendrá a hacer más grande y feliz esta pequeña familia.
Mañana mi padre cumplirá los años. Uno más. Y también ha pedido regalo!!!! Esperara impaciente, aunque no lo reconozca, que como lobatos de una camada nos acerquemos a la mesa a celebrarlo.
Pasan los días deprisa, entre tanto cumpleaños y sorpresas ando inmersa en el trabajo, en preparar clases, en hacer galletas, en sacarme las muelas, informar sobre la reforma de una Ley que castiga a los buenos y premia a los de siempre ("los de arriba") ... En fin, que por más propósitos que hago de escribir s a menudo apenas si encuentro tiempo de sentarme y tranquilamente dejar fluir pensamiento, alma y palabras...

12 marzo 2012

12 de marzo

Como estoy tan perezosa para ponerme a escribir, casi parecen años los que tardo en ponerme delante de este blog. Mitad pereza, mitad indecisión.
Muchos días me imagino escribiendo aquí, lo pienso y a mi cabeza bienen miles de frases, casi casi un texto completo. Pero luego: nada. No me siento a escribir aquí.
El caso es que hoy sí. Hoy cumplo 1 año más. Y sumando todos hacen 41.
Madre mía!!! 41 años!!! Cuando era pequeña, algo así como 6 ó 7 años pensaba que de mayor: llevaría bolso y tacones!!! No sé que tenía yo con aquello pero la siguiente edad ya eran los 60 y pico... entre medias no existía nada, como mucho casarse y tener hijos... después pensé que como mucho trabajar y después deseé conducir.
Esos son los recuerdos de cómo me imaginaba yo ser mayor.
Llevo bolso, a veces tacones, no me he casado, no tengo hijos y sí que trabajo (por fortuna) y conduzco que es uno de mis grandes placeres. 4 de 6, no está mal!!!.
Así pues he llegado a los 41.
Me encuentro moderadamente feliz, con algo más de tranquilidad que el año pasado por estas fechas.
Tengo ganas de que llegue mi sobrina Irene, tengo ganas de cocinar galletas para Inés que cumplirá 4 años... Tengo ganas de cosas pequeñas aunque me siga embarcando en algunos líos demasiado grandes para mi.
Me siguen ilusionando los abrazos, emocionando mis amigos, sorprendiendo los pequeños que pueblan mi alrededor... Me llama la atención el compromiso de algunas personas, me indigna la pasividad de otras, me apasiona la fuerza con la que otras trabajan...
Y así van pasando los días... no todo es bonito, ni siempre emocionante. Estos últimos años la muerte me ha sorprendido de forma inesperada, y aún no me he acostumbrado a algunos de sus cambios. Pero a esos hachazos contundentes da igual que no te acostumbres.
Bueno, poco más. He cumplido un año más. Y con estos hacen 41.

PD: tengo que retomar el hábito de escribir.