05 abril 2010

Auschwitz y Birkenau

Auschwitz es cuanto menos una experiencia para el corazón y el alma. Es un paseo por una de las vergüenzas de nuestra historia y el ejemplo de cómo entre todos somos capaces de ser más depredadores que los animales.
La exposición del dolor, de la maldad en todo su espectro, de la locura humana pasa sala por sala. En la que descubres miles de latas de gas que sirvieron para exterminar a personas humanas. Salas donde las fotos de las personas tienen los ojos vacíos, donde las ropas de niños te increpan a la responsabilidad personal.
Puedo asegurar que no quería ir allí, que hubiese preferido quedarme con la películas y los libros y evitar ver las madejas de pelo rapado a tantas personas, las alfombras que con ellas fabricaban... Es horrible, porque aun yendo allí estoy segura que en siguienes batallas los hombres y mujeres seguimos pensando que la guerra de país de al lado no es la mía sino cruza la frontera. Porque aun estando allí aun conservas un hilo de venganza que avivaría nuevamente otro genocidio.
Y cuando sales de Auschwitz creyendo que no cabe más horror los bosques de Polonia se abren para dejarse asomar Bikenau.
El espacio donde se pierde la vista lleno de alambre de espinos, de barracones inconfundibles y de un raíl de tren con un triste final. Todo cuanto alcanzan tus ojos es un inmenso campo de concentración. Miles y millones de personas fueron apresadas allí y sólo cuando lo ves eres capaz de ponerle realismo a las cifras.
Al final del todo un monumento gris, con nombres de paises que rindieron homenaje a las víctimas (falta la placa de este país... sobran las palabras). Un lago que alberga cenizas anónimas de hombre, mujeres y niños y niñas que no cometieron más delito que existir.
Me dolió verlo, me duele recordarlo y aun más saber que seguro que hay personas que justifican lo que allí pasó, que se avergüenzan de aquella guerra pero no se enteran de otras más recientes, que despotrican con insultos a los que practican otras religiones, que amenazan a los que tienen otra condición sexual por encima de los tópicos y "normalidades", que apartan de sus creencias o religiones a los que emprenden la vida de otra forma a la que dicta su "como dios manda"... Me horroriza ese pasado y el actual presente, me da miedo pensar en los miles de "auschwitz" que levantamos y alimentamos cada día.

3 comentarios:

  1. Mi única experiencia en esta lid es, como ya te comenté, una visita a Tarrafal en Cabo Verde. Aún no se me ha olvidado y espero que no se me olvide nunca.
    Gracias por esta entrada.

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  2. Gracias por dejar sacar esas palabras y poder compartirlas con nosotros..

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  3. Gracias Pa, bienvenida a esta posada, siéntete cómoda en esta virtual hospedería hasta que un día sea un sitio real.
    Gracias

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