"Cuando nos invade la pena, un día dura tanto como tres otoños" Le Thangh Tonh.
Tengo la sensación de que el otoño ha empezado antes de lo debido, de hecho, este otoño no tendría que haber empezado. Pero cómo solucionarlo? Cómo ver el sol cuando el cuerpo tiembla ya por el invierno? Cómo hacer poesía del dolor, de la pena, de la tristeza, del miedo... O mejor dicho: cómo evitarlo?
Me asusta la rutina que me invade, las exigencias tan cotidianas de los puñeteros día a día, las contradicciones que ya me provocan, tengo sueños que no se tranquilizan cuando despierto y una sombra alargada y en forma de pesadilla que se ha agarrado a mi estómago.
Este otoño no me gusta. No le encuentro el color ni la magia, ni tiene los colores que tanto admiro. Este otoño es más gris, más sombrío, más perdido. Creo que necesito que llueva, que se lleve esto...
Este otoño me hace pensar en vacío, no llegar a ningún lado, caminar por inercia, relativizar todo y en el fondo sólo me provoca seguir llorando.
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