26 agosto 2009

Del libro, aun incompleto “Vivir sin mirar atrás”- Capítulo IV


La fiesta estaba en su mayor apogeo, copas, luces, música, bailes y charlas animadas. Decidí dejar las despedidas para otro momento, no quería tener que dar explicaciones, ni convencer a nadie de si mi idea era más o menos descabellada. Así que me fui a la calle, sin que se enterasen y sin que pudiesen hacerme desistir de mi decisión.
Bajé las escaleras y me encaminé al coche. La luna, como tantas veces decidió acompañarme, seguirme y no dejarme sola.
Segunda, tercera, quinta, tercera, dos rotondas y la salida de la autovía me acercaba aun más al final de mi principio.
El lago era ejemplar, casi mágico. La luna sobre él reflejándose sin pudor alguno, apagando los miedos de quien no ve en la oscuridad iluminaba más allá de su propio círculo.
Yo lo tenía claro, había decidido que dejaría de lado los prejuicios que tanto habían acompañado mi vida. Y así me acerqué a la casa, la que estaba junto al lago. Llamé a la puerta y él me abrió la puerta.
Le miré, sonreí y con voz firme le dije: “Sí, quiero vivir contigo, quiero ser tu compañera y no me importa que no sepas de qué color es la luz. Yo te quiero por encima de los colores que no has visto y de los prejuicios que me han confundido todo este tiempo… te echo tanto de menos…”
Él arrastró el bastón que le acompañaba, apoyó su mano en el marco de la puerta y buscó mi cara con la palma de su mano. Mi boca buscó la suya, y el deseo dejó a un lado los prejuicios, le desee tanto como en noches anteriores.
Aquella noche yo cumplía 45 años y Jorge tenía 20.
Yo había dejado a mi familia en casa celebrando mis 45 y elegí hacer el amor con Jorge como si yo tuviese 20 y fuese la primera vez.
Él era ciego de nacimiento, yo amaba la luz y sabía que mi carrera política finalizaría al día siguiente, cuando la prensa publicase mi demanda de separación y mi marido explicase a mi hijo de 19 años que estaba enamorada de un hombre apenas 1 año mayor que él.

4 comentarios:

  1. Me acabas de dar un par de ideas que no comentaré por aquí.
    Un abrazo fuerte.

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  2. Me alegro!!!! Ya me dirás si al menos me las comentarás de viva voz...

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  3. Así debería ser, hacer lo que queremos, no lo que se espera de nosotros, siempre respetando las leyes pero en la vida de cada uno decide cada uno, o así debería ser...

    Pero en este mundo, solo importa el dinero y las apariencias..... es vergonzoso.

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  4. YA ves Xia... es complicado decidir si hacer lo que quieres o lo que esperan de ti.

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