23 febrero 2011

En estos días que observo:

Observo que una no tiene voz es más fácil aislarse, incluso que te aislen.

Veo que la gente va por la calle y levanta una mano saludando y como yo no puedo no me entran ganas de salir a la calle y así me ahorro paracer maleducada y de paso evito forzar la garganta.
Miro como muchas veces puedes ahorrar palabras, de hecho hay muchas palabras que podría hasta suprimirlas, son innecesarias y además parece que cuando no puedes hablar pues te das cuenta que la mitad de las conversaciones que hubieras tenido sobran.
Pienso que hay quien cuando no te oye, porque tu voz es un susurro, o te gritas más porque es ella quien no oye o baja el tono de voz a límites extremos. Incomprensible oye, resulta soy yo quien no puede hablar y los demás quienes dejan de comportarse contigo de la forma que habitualmente hacen... qué será cuando en vez de la voz por unos días pierdes algo más importante y para siempre.
Me he dado cuenta que cuando menos puedo hablar más me molesta estar enfadada. Porque para sonreir no hacen falta palabras pero si me enfado las necesito todas!!!

He visto que hay formas de comunicarse sin necesidad de palabras y que el que está enfrente tiene que querer comunicarse contigo.
Me sorprendo viéndome con muchas ganas de hablar, me siento un poco aislada si estoy con más gente pero feliz si estoy sola. Curioso, entre muchos siento más la soledad que en mi casita.
Seguire observando...

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