01 septiembre 2009

Decir o No Decir... Esa es la Cuestión

Me sorprendo cuando sé que podría decir cosas duras, no sólo me refiero a improperios como los que se lanzan desde el coche cuando te revientan por la tarde. Sino cuestiones como decirle a alguien por qué no le quieres o por qué le consideras un sinvergüenza, o incluso explicarle porqué no van a recibir una prestación económica.
Me refiero a que puedo decir frente a frente cuestiones complejas e incluso que rayen el insulto. Podría decirle al menos a 4 personas lo que no me gustan de ellas, incluso explicarles porqué les considero unos sinvergüenzas. . .
Y sin embargo... sé que me costaría mirar a la cara a unas cuantas personas y decirles que les quiero.
También podría decir cosas positivas, verdaderamente positivas, sin necesidad de inventarlas. Explicarle a algunas personas lo valiosas que son y necesarias para el mundo...
Sin embargo expresar mis propios sentimientos afectivos...
Cuento una, dos tres, cinco... algo más de 12 podría decirles sin temor a equivocarme que les quiero. Y curiosa mi cabeza y mi pensamiento que no sé si sería capaz de ello.
Puedo decir maldades o verdades defensivas y ofensivas y no sabría mirar a la cara y añadir "te quiero".
Por eso me resulta más fácil expresarme por escrito.

4 comentarios:

  1. Nos enseñan así, sobre todo en este país. Para ponernos a parir, siempre hay tiempo. En contadas ocasiones, se escucha una alabanza. Es un mal congénito, muy metido en vena y cuando se llega a decir, casi siempre es demasiado tarde.

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  2. Pues yo estoy aprendiendo buenas costumbres... de hecho he decidido que no quiero volver a llamar "hijo puta a nadie", ni a mandar a nadie con "su santa madre". Que con lo sexista que es el lenguaje al final en vez de llamar sinvergüenza a alguien nos acordamos de la madre que le parió.
    Ya ves...

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  3. Pues a mi se me han saltado las lágrimas. Lo podría haber escrito yo, aunque, como todos sabemos, mucho peor. Así que, como ejercicio (y mira que me cuesta, incluso por escrito): te quiero mucho Almudena y estoy muy orgullosa de tí (aunque ahora estemos tan lejos, tengo esperanzas de enmendarme, si bien entiendo que te salga una sonrisa, esto ya lo has oído antes...)

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