Pero si además añades que la serenidad que le acompaña, el semblante y acordarse de quienes creyeron en él, quien le acompaña y quien le dio la vida, entonces ya se hace grande, enorme.
Como su actuación en Celda 211.
Y es que este año, esta cara nueva para los que acudimos al cine, con más o menos periodicidad, para los que nos sentamos en la butaca y con él sentimos tensión, miedo, rabia, amor, dolor y sed de venganza, este premio es merecido, merecidísimo.
Desde quí, desde esta pequeña y anónima posada felicidades a todos los que hicieron Celda 211, y muy especialmente a Luis y a Alberto.
Felicidades Cine Español.
No encuentro tu nombre, escritora de La Posada de la Luna, pero eso no me impedirá decirte que es una dicha que hayas dejado de escribir cuadernos y nos permitas compartir tus reflexiones. AQcuerdo con lo que dices acerca de Alberto Ammann y de su trabajo en Celda 211 pero, sobre todo, aprecio que te hayas detenido en los valores que el chico expuso y en sus propias virtudes. Gracias.
ResponderEliminarHola Anónimo:
ResponderEliminarBienvenido a esta Posada. Gracias por los comentarios y por querer leer.
Te recomiendo los bizcochos y las galletas (la magdalenas aún o me salen bien). Un café o un té y sobre todo ganas de participar.
Se respeta el silencio, las opiniones (casi todas), los colores y las pasiones.
Un saludo: Almudena.