Pues no, resulta que tengo unas pequeñas hormonas que joden y dan patadas donde no deben. Y no es un dolor físico no, porque resulta que las puñeteras hormonas se arremolinan sobre mis entrañas y planean por encima de mi alma hasta casi estrujarla.
Se agarran y planean sobre mi éstomago y después juegan con mi humor, que lo fermenta y lo preparan para helar cualquier pregunta y exasperar cualquier momento.
Pero claro, esto sólo lo da la condición femenina. Y por si hubiera quien sugiriese otras dificultades del mundo masculino hago saber de ante mano que me importa una mierda, que bastante tengo yo con aguantarme hoy y no matarme a cañonazos.
Así que aquí descargo toda mi mala leche, para que otros no la aguantes, para que no fermente y aumente con más levadura, aquí la dejo.
Sé que esto se pasa en un par de horas. Pero hay que ver qué jodidas son las esperas.
Espero que ese par de horas haya pasado ya. Por si acaso, paso de puntillas y dejo un saludo.
ResponderEliminarYa pasó amiga... es cuestión de horas. Pero en las 5 que dura soy peor que chuki... o como se llame.
ResponderEliminarEa!!!
Se agradece el saludo